http://dx.doi.org/10.35381/s.v.v4i7.661
Rol del profesional de enfermería en la educación para el autocuidado en pacientes con diabetes tipo II
Role of the nurse in education for self-care in patients with type II diabetes
Dolores Mirella Cedeño-Holguin
Universidad Estatal del Sur de Manabí, Jipijapa
Ecuador
https://orcid.org/0000-0002-8572-0327
Aida Monserrate Macías-Alvia
Universidad Estatal del Sur de Manabí, Jipijapa
Ecuador
https://orcid.org/0000-0001-5290-4317
Reisey Batista-Ramírez
Hospital Básico del instituto Ecuatoriano de Seguridad Social de Chone, Chone
Ecuador
https://orcid.org/0000-0002-7657-847X
Yadira Mejía-Valdez
Hospital Dr. Aníbal González del MSP de Calceta, Manabí
Ecuador
https://orcid.org/0000-0003-0364-5675
Recibido: 15 de octubre de 2019
Aprobado: 15 de enero de 2020
RESUMEN
Son los profesionales de la enfermería, los expertos en las estrategias relacionadas con el cuidado individual, familiar y grupal y el profesional con mayor cualificación en lo que se refiere a disponer de herramientas específicas sobre metodología persuasiva, educativa y participativa y por tanto , para plantear y dirigir las estrategias de autocuidados en pacientes con diabetes tipo II. A partir de ello en este artículo se caracterizó el rol del profesional de enfermería en la educación para el autocuidado, a través de una metodologia de tipo documental y con un diseño bibliográfico. El corpus de la investigación estuvo constituido por aspectos teóricos relacionados con el rol de la enfermería en la educación para el autocuidado. Los resultados del análisis hermenéutico permitieron deducir que el personal de la enfermería debe mantener un sistema de atención basado en un modelo participativo, en el que los pacientes expresen sus opiniones sobre su enfermedad y decidan sobre las alternativas disponibles a seguir.
Descriptores: Rol de la enfermería; educación; autocuidado; diabetes tipo II.
ABSTRAC
They are nursing professionals, experts in individual, family and group care strategies and the most qualified professionals in terms of having specific tools on persuasive methodology, educational and participatory and therefore, to raise and direct self-care strategies in patients with type II diabetes. From this article, the role of the nursing professional in self-care education was characterized through a documentary methodology and a bibliographic design. The body of the research consisted of theoretical aspects related to the role of nursing in self-care education. The results of the hermeneutic analysis made it possible to deduce that nursing staff should maintain a care system based on a participatory model, in which patients express their views on their disease and decide on alternatives available to follow.
Descriptors: Role of nursing; education; self-care; type II diabetes.
INTRODUCCIÓN
El Rol del profesional de la Enfermería en la educación para el autocuidado durante la Atención Primaria de Salud ha de funcionar como el vínculo principal entre la comunidad y los Sistemas de Salud. Todo ello, entendiendo que esta profesión es la primera en el reconocimiento y detección de alteraciones o factores de riesgo que pueden interferir con el mantenimiento de los esquemas normales de salud. A partir de esto, se pueden planificar y ejecutar todas aquellas acciones reservadas a lograr el estado de independencia de la persona, utilizando las ya reconocidas estrategias en éste campo la salud, entre estas, la promoción de la salud y prevención de las enfermedades. (Ávila, 2006)
Tambien, desde la educación para la salud, la enfermería hace posible inculcar conocimientos acerca de los hábitos saludables a nuestros pacientes para que estos responsablemente y de forma individual puedan practicar un correcto autocuidado.
Además, es uno de los temas que preocupan al personal de las instituciones de salud, como también a los docentes de enfermería, dado que la falta de identificación a este rol genera dificultades para ofrecer un buen cuidado a los pacientes y su núcleo familiar, si tomamos en cuenta que actualmente la situación económica y laboral del sector asistencial, presenta esta realidad. Dado que las mismas actividades son realizadas por enfermeros/as que sólo han cursado pocos meses de estudios formados para propiciar la higiene como por aquellos que han cursado años de estudios. (Canalis, 2000)
Igualmente, la Organización Mundial de la Salud, señala Otero (2003), describió el papel del profesional de salud en la orientación y educación de los pacientes sobre el autocuidado; lo que conduce al empoderamiento del paciente de su cuidado frente a la enfermedad existente. Constituye ésta una estrategia sumamente importante; para lo cual es necesario conocer la capacidad que tiene cada individuo y así poder garantizar que el autocuidado que realice el paciente sea lo suficiente para mantener una calidad de vida aceptable.
Cabe destacar, que la importancia que se adquiere con los hábitos del autocuidado, es significativo y determinante para identificar las causas y afecciones en la salud, donde una adecuada educación para el autocuidado mejorarían esta condiciones; sin embargo, los sistemas de salud y específicamente en lo referente a la enfermería no se abordan adecuadamente , si tomamos en cuenta que es uno de los recursos en la que se establece la interacción con la sociedad a través del paciente. Con base a lo planteado, en este artículo se caracterizó el rol del profesional de enfermería en la educación para el autocuidado
DESARROLLO
El autocuidado es una forma propia de cuidarse a sí mismo por supuesto concretamente, el autocuidado es una forma de cuidado a sí mismo. Tambien apunta González (2001), puede ser vista como "nivel de asistencia”, el cual es equivalente a un primer nivel de atención, lo que se traduce habitualmente como "puerta de entrada al sistema". Es decir, como la zona de contacto inicial de los pacientes y comunidades con el sistema de salud, cuyo carácter descentralizado está destinado a aumentar las posibilidades de acceso de la población a los recursos disponibles a cada área sanitaria.
Y cuyas necesidades se manifiestan a través de conductas, las cuales son la expresión de dichas necesidades. Estas necesidades se encuentran presente a lo largo de nuestra vida y van desde las necesidades fisiológicas básicas hasta la autorrealización y para su equilibrio nace el autocuidado. Autores como Oren (2001), la señalan como " una actividad del individuo aprendida por éste y orientada hacia un objetivo. Es una conducta que aparece en situaciones concretas de la vida, y que el individuo dirige hacia sí mismo o hacia el entorno para regular los factores que afectan a su propio desarrollo y actividad en beneficio de la vida, salud y bienestar."(p.76)
Para lograr el propósito de mantener el bienestar, salud y desarrollo, todos los seres humanos tienen requisitos que son básicos y comunes a todos, según esta autora existen tres grandes grupos de requisitos:
ü Los Requisitos Universales: son comunes a todos los individuos e incluyen la conservación del aire, agua, eliminación, actividad y descanso, soledad e interación social, prevención de riesgos e interacción de la actividad humana.
ü Los Requisitos del Desarrollo: promover las condiciones necesarias para la vida y la maduración, prevenir la aparición de condiciones adversas o mitigar los efectos de dichas situaciones, en los distintos momentos del proceso evolutivo o del desarrollo del ser humano: niñez, adolescencia, adulto y vejez.
ü y de Alteraciones o Desviaciones de Salud: que surgen o están vinculados a los estados de salud.
En la teoría del Autocuidado propuesta por Orem y citada por Marriner-Tomey (2008), forma parte de la teoría del autocuidado, donde describe y explica las relaciones que hay que mantener para que se produzca el cuidado enfermero. La teoría afirma que la enfermería es una acción humana, los sistemas enfermeros son sistemas de acción formados (diseñados y producidos) por el profesional, mediante el ejercicio de su actividad, para atender personas con limitaciones derivadas o asociadas a su salud en el autocuidado o en el cuidado dependiente.
Las actividades incluyen los conceptos de acción deliberada, que abarcan las intenciones y las actividades de diagnóstico, la prescripción y la regulación. Los sistemas enfermeros están organizados según la relación entre la acción del paciente y la del profesional. Los sistemas de enfermería se forman cuando las enfermeras usan sus habilidades, con el fin de prescribir, diseñar, proveer cuidados de enfermería a los pacientes. En este caso, la enfermera y/o enfermero se convierte en agencia de autocuidado para el paciente, en la cual sus acciones se organizan en tres sistemas a saber:
a.- Sistema de compensación total
Cuando un individuo es incapaz de satisfacer sus propias demandas de autocuidado, entonces existe un déficit o problema. Dicho déficit o problema es lo que indica a las enfermeras cuán y por qué la enfermera es necesaria. Aquí la enfermera debe hacer todo por el paciente o individuo.
b.- Sistema de compensación parcial
El paciente se ayuda parcialmente puesto que su condición no le permite ser totalmente independiente para su autocuidado.
c.- Sistema de apoyo educativo
El individuo está en capacidad de autocuidarse, pero requiere orientación. Las acciones que emprenden las enfermeras ayudan a los pacientes a mejorar sus capacidades para involucrarse en su autocuidado y para alcanzar sus propios requisitos de autocuidado, de manera terapéutica. Cuando es la persona la que lleva a cabo las acciones de autocuidado se denomina Agente de Autocuidado y esta acción va dirigida a conseguir unos objetivos, que son los requisitos de autocuidado.
El papel de enfermería es, entonces, desarrollar el conocimiento necesario para ayudar a los individuos y las familias a iniciar y mantener conductas que lleven a reducir los riesgos de enfermar o de sufrir complicaciones que tengan enormes implicaciones individuales y sociales en las personas y sus familias y que se traducen en costos imposibles de satisfacer para toda la sociedad. Los sistemas enfermeros pueden ser elaborados para personas, para aquellos que contribuyen en una unidad de cuidado dependiente, para grupos cuyos miembros tienen necesidades terapéuticas de autocuidado con componentes o limitaciones similares que las impiden comprometerse o desempeñar un autocuidado o el cuidado dependiente, o para familias u otros grupos multipersonales.
Autocuidado de enfermería en pacientes con Diabetes tipo II
El Proceso de Enfermería vinculado con la Teoría General del Autocuidado de Orem, permite el análisis de los requisitos de autocuidado y la identificación del déficit de acciones autocuidado en relación con: manejo de la hiperglucemia, tratamiento farmacológico, régimen dietario y de ejercicios; esenciales para la promoción de la calidad de vida y la prevención de complicaciones crónicas en personas con Diabetes Mellitus (Islas y col, 2013).
El déficit de autocuidado puede reflejar la necesidad de profundizar en el nivel de conocimientos hacia prácticas para el autocontrol de la enfermedad, a partir del sistema de apoyo educativo, como parte central de las responsabilidades del profesional de enfermería.
El personal de enfermería debe realizar las siguientes mediciones (Dirección Territorial de Melilla, 2010):
• Medición de perímetro abdominal, peso, talla, IMC.
• Medición de la tensión arterial (TA).
• Medición de la frecuencia cardiaca (FC).
• Revisión y exploración del pie.
• Examen de las zonas de punción (sólo en el caso de tratamiento
con insulina).
• EKG.
Entre los roles fundamentales que ha de cumplir la enfermería, está el de valorar, educar y dar seguimiento, tal como se especifican a continuación:
a.- Valorar
La valoración, se constituye plantea Delgado, (2001), como el primer proceso a ejecutar, en la cual se debe llevar a cabo una evaluación de enfermería completa y holística de las necesidades de cada paciente, sin considerar la razón para el encuentro. El propósito de esta etapa es identificar los problemas de enfermería del paciente, ya que dependerán las acciones y tratamiento que se le dará en conjunto con el médico, siendo esto de gran importancia tanto para la reintegración del paciente a su vida cotidiana y a la sociedad y como parte de un compromiso médico legal.
Llevar a cabo este proceso, antes del examen físico permite al enfermero y/o enfermera establecer un vínculo con el paciente y su familia, por lo que es necesario incluir en su historia os siguientes aspectos:
ü Estado de salud
ü Curso de la presente enfermedad, incluyendo síntomas
ü Manejo actual de la enfermedad
ü Historia médica pasada, incluyendo historia médica de la familia
ü Historia social
ü Percepción de la enfermedad
b.- Educar
La Enfermería como ciencia y arte del cuidado de la salud tiene un compromiso social fundamental: responder a las demandas de salud de una sociedad dinámica y, como disciplina, tiene un compromiso con la generación de conocimiento, con la difusión y la aplicación de los hallazgos para mejorar el cuidado mismo de las personas y grupos de la sociedad.
Para la OMS (2009), la responsabilidad fundamental del profesional de enfermería es proporcionar cuidados directos al paciente, cliente, familia y/o comunidad, a partir de enseñar a los mismos, que el éxito de su práctica, está en relación directa con la aceptación del mantenimiento, promoción y protección de la salud por parte de ellos durante su tratamiento y/o rehabilitación.
c.- Dar seguimiento
En el caso concreto de las personas que presentan diabetes, el seguimiento a su patología representa uno de los retos más importantes a los que deben hacer frente los sistemas de salud. Se trata de un problema que está asociado a una notable utilización de servicios, debido a las necesidades complejas que este problema pone en juego y que genera en consecuencia la importancia de planificar de manera personalizada el modelo de intervención y mantener un seguimiento bien sistematizado que prevenga complicaciones a corto o largo plazo, además de valorar y planificar los cuidados más rutinarios , dado el importante impacto que tiene en la vida cotidiana de las personas que la padecen y que precisan de un proceso de adaptación y adecuación como elementos que requieren de una buena atención por parte del personal de enfermería , que lleve los casos.
Son estos dos elementos los que determinan la clave de disponer de una enfermera o enfermero que ayude en este proceso como entrenadora y es lo que se considera una de las claves del éxito en los procesos de autocuidado y autogestión exitosa. Cuando se plantea cómo las enfermeras pueden ayudar a los pacientes y porqué este profesional tiene tanta importancia en el desarrollo de las estrategias de cuidado, es porque cuando se habla de autocuidado parece que se trata de algo simple que cualquiera puede desarrollar, al fin y al cabo, el cuidado no es otra cosa que acciones para el mantenimiento de la vida.
METODOLOGIA
El estudio siguió una metodología de tipo documental y con un diseño bibliográfico, que según Hernández y col (2014), refiere a la consulta de libros, material impreso, información Web y otros medios bibliográficos de referencia relacionados con un tema o una variable de estudio de una investigación. La técnica de recolección de datos fue el fichaje bibliográfico y el registro de la observación documental, que según García (2002) es un proceso operativo que consiste en obtener y registrar organizadamente la información de libros, revistas, diarios e informes científicos, entre otros. El corpus estuvo constituido por aspectos teóricos relacionados con el rol de la enfermería en la educación para el autocuidado. Los resultados se obtuvieron considerando el análisis.
RESULTADOS
Una vez evaluada la teoría relacionada con el rol de la enfermería para el autocuidado del paciente diabético, es posible deducir lo siguiente:
Es importante, entre los roles de la enfermería, analizar los requisitos de autocuidado y de identificación del déficit de acciones a cumplir durante el autocuidado en relación con: manejo de la hiperglucemia, tratamiento farmacológico, régimen dietario y de ejercicios; esenciales para la promoción de la calidad de vida y la prevención de complicaciones crónicas en personas con Diabetes Mellitus.
Los enfermeros y enfermeras que prestan servicios en el sistema sanitario del siglo XXI, deben mantener un sistema de atención basado en el modelo participativo, en el que los pacientes expresan sus opiniones sobre su enfermedad y deciden sobre las alternativas disponibles, en la que predomine como centro de atención el paciente, permitiéndoles la incorporación de sus habilidades para la autogestión y de esta forma garantizar mejores resultados.
Si se considera la complejidad del proceso salud- enfermedad y de sus repercusiones en la vida de los pacientes diabéticos tipo II, es importante que aun cuando el paciente tenga conocimiento de cómo debe ser su cuidado, siempre es necesario la presencia de la enfermería para evaluar su mejora continua y valorar los aspectos propios de la enfermedad del paciente.
Valorar, educar y dar seguimiento desde la enfermería a los paciente diabéticos, se constituyen en el paciente con diabetes el establecimiento de la seguridad de su diagnóstico asi como el impacto de las posibles complicaciones de la diabetes que puedan estar presentes en el momento de su valoración y de otros problemas de salud, que pueden minimizar con la informacion que recibe de la enfermería y el buen seguimiento de su tratamiento que puedan alterar el metabolismo glucémico.
REFERENCIAS CONSULTADAS
1. Ávila Alpirez, H. y Cols. Intervención de Enfermería en el Autocuidado con apoyo educativo en personas con diabetes mellitus tipo 2.(2006). Revista Cultura de Cuidados de Enfermería. 2º semestre. Año X nº 20 pp. 141-146
2. Canalis, B.; García, M.; González, M.; Gorrindo, C; Jordar, G.; Martin, S. y Robles, N. (2000). La diabetes en atención primaria. Enfermería Clínica, V. 10 N° 2:80-83.
3. Delgado Hito P, Blasco Alfonso M, Torrens Ros R, Mirabete Rodríguez I, Sola Prado H. (2001). Modificando la práctica enfermera a través de la reflexión: una investigación-acción participativa. Enferme Intensiva. Jul-sep.; 12(3): 110- 126.
4. García, A. (2002). Introducción a la metodología de la investigación.
5. Científica. México: Plaza y Valdés.
6. González García, Ginés, "Apertura". En: Torres Rubén (org.). (2001). Atención Primaria de la Salud. Buenos Aires, Ediciones. I Salud Nº 3. Pág. 5
7. Hernandez , R., Fernández, C., & Bautista, P. (2014). Metodología de la Investigación. México: Mcgraw-hill/Interamericana Editores. S.A. DE C.V.
8. Islas, S.; Revilla, M. (2013). Diabetes mellitus: actualizaciones. Editorial Alfil. México D. F.
9. Marriner Tomey, Ann (2009). Gestion y dirección de enfermería (8ª ED.). España. Editorial Evolve.
10. O.M.S. (2009). Oficina Regional para Europa.
11. Orem, D. E. (2001). Nursing: Concepts of practice (6th ed.). St. Louis: Mosby.
12. Otero A, Francisco M. (2003). Epidemiología de la enfermedad renal crónica en España. Revista Nefrológica; V 23: 6-8.
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