https://doi.org/10.35381/s.v.v8i16.4212
Impacto psicosocial de la migración
Cuando se habla de migración significa caos puesto que en la mayoría de los casos obligaron a las personas a movilizarse de un lugar a otro, lo que por lo general crea situaciones de angustia, además de otras que en el trayecto puedan presentarse: ansiedad, depresión, miedos, incertidumbre entre otras; generando en las migrantes afectaciones de cualquier índole sobre todo en su salud mental, unas con más repercusiones que otras a pesar de que en algunas ocasiones la migración sea como medio de búsqueda a mejoras en cuanto a condiciones de vida. Estos elementos como se dijo no solo afectan la salud mental como eje psicosocial individual sino también a nivel familiar o del entorno donde se desenvuelve el migrante, en el entendido que cuando se trata de una migración forzada se ha de considerar y someterse a las políticas migratorias no solo a nivel mundial sino también del país donde piensen establecerse.
Sobre lo anterior la Organización Mundial de la Salud (OMS) (2022), establece que la salud mental es el estado de bienestar que en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades en la cual pueda afrontar cualquier situación normal dentro de su vida ya sea personal, laboral siempre que no afecte su salud mental, sino que por el contrario se asuma de manera fructífera y productiva para generar aportes significativos a la sociedad.
Las investigaciones y análisis realizados al respecto nos permiten confirmar que la decisión de migrar es resultado de un arduo trabajo. En él, la ideología sociocultural, creada en el pasado, irrumpe en su proyecto de futuro en presencia de la verdad y del discurso hegemónico, que destruye las expectativas de logro y seguridad personal. No sólo económicamente, sino política y socialmente. Para evitar el colapso personal, las personas intentan escapar de situaciones negativas y de la muerte. Migrar te da la oportunidad de mantenerte conectado y de pensar que en un nuevo país puedes encontrar cosas que no encontraste en el país de origen. Pero esta lucha no desaparecerá, permanecerá con él por el resto de su vida. De esta forma, sus miedos son rechazados, no comprende realmente su situación, lo que le impide cambiar de trabajo y le hace enfrentarse al derecho de una falsa adaptación, que le impide encontrar la manera de mejorar. Él hace lo imposible. Su vida no será justificada.
Como decíamos al principio, los flujos migratorios tienen muchas consecuencias relacionadas con el país de origen y el país de destino. En el país de origen, cuando se determina el porcentaje de población que es efectiva en migrar, se pueden reducir los problemas sociales y políticos. Por lo tanto, el nivel de desempleo e insatisfacción disminuirá, porque las oportunidades que se pueden ver en este movimiento de personas aparecerán en otros lugares. El resto de la fuerza laboral tiene más probabilidades de ingresar al mercado laboral debido a la menor competencia. Esta última visión, llamada trampilla de escape, es aceptada por algunos marcos interpretativos que consideran la disminución de los recursos humanos, especialmente de personas calificadas, como un proceso de distribución del capital humano que permite la distribución de la riqueza en este campo.
Sin embargo, un punto de vista diferente propone que la utilización del mercado interno en economías con una población disminuida conduce a una reducción de las oportunidades de consumo. El tercer aspecto plantea que la emigración puede conducir a la capacidad de consumir los bienes restantes y desarrollar un sentido de parentesco con quienes se van, siempre que el emigrante se haya asimilado a la sociedad receptora, lo que le permite enviar los ingresos restantes a su familia en el país receptor país.
Por lo tanto, incita a las personas a tomar decisiones que, por lo general, nunca comprenden por completo. En realidad, dicha decisión surge del mensaje introyectado, que genera el consenso habitual. Éste conduce a un conjunto de personas a emigrar, como una salida a las limitaciones impuestas en el país de origen. Todas las razones expuestas conducen a plantear que de una manera u otra siempre los factores psicosociales se verán afectados en los individuos.
Dra. Lenys Senovia Piña Ferrer. Ph.D
lenyspina@iieakoinonia.org
Instituto de Investigación y Estudios Avanzados Koinonía, Santa Ana de Coro, Falcón
Venezuela
https://orcid.org/0000-0002-9493-7499