http://dx.doi.org/10.35381/e.k.v4i8.1362

 

Desafíos de la Orientación Educativa en tiempos de pandemia

 

Desde el año 2020 los distintos países del planeta están viviendo situaciones extraordinarias debido a la crisis de salud causada por la enfermedad Covid19. Estas circunstancias han generado la irrupción de un estado pandémico a nivel mundial que ha afectado a los diversos sectores económicos y sociales, pues, la población mundial se ha visto obligada a momentos de confinamiento social, viéndose alterada la vida cotidiana. De igual manera, el sector educativo ha tenido que enfrentar importantes cambios como resultado del cierre de las escuelas e institutos educativos y la expansión de la educación a distancia en todos los niveles académicos, lo que envuelve un gran desafío técnico-estructural y, sobre todo, pedagógico y social.

En este escenario, la orientación educativa como proceso de ayuda y asesoramiento que se despliega de manera contextualizada para atender a los distintos actores del mundo académico y optimizar el proceso pedagógico y de aprendizaje (Coronado, 2020), cabe cuestionar ¿Cuáles son los desafíos que debe afrontar la orientación educativa en estos tiempos de pandemia que se vive? Considerando que los desafíos son múltiples ante esta situación, es importante resaltar dos retos importantes relativos a atender las secuelas de la pandemia en conjunto con las medidas de confinamiento en el ámbito académico y el desarrollo de la competencia tecnológica en el orientador como estrategia fundamental para ello.

Entendiendo que la función orientadora es multidisciplinar, pues implica desarrollar acciones para prevenir el fracaso y abandono escolar, la detección de las necesidades educativas, el desarrollo psicopedagógico y el asesoramiento vocacional; el rol de orientador educativo en un contexto de confinamiento y/o de nueva normalidad social con medidas de bioseguridad que se deben asumir, debe apropiarse de cambios en las prioridades del proceso orientador que se establezcan como propósitos académicos y en la metodología para su consecución.

Así, la búsqueda de la salud psicológica-mental y el desarrollo de la resiliencia en los sujetos académicos han de ser prioridades para enfrentar las secuelas de la pandemia y prevenir problemas graves en la estructura humana y social. Para ello, es menester desarrollar procesos que permita a los sujetos académicos, se vuelva a sí mismo para comprender sus vivencias que, aunque sean adversas, antagónicas, amenazantes, constituyen su existencia. Pues, es desde allí que el sujeto puede construirse como ser resiliente, asumiendo qué es lo que pueden hacer por sí misma, cómo puede fortalecer sus capacidades y enfrentar su vulnerabilidad ante las adversidades y las necesidades emergentes.

Es importante considerar que para ello y en un estado de nueva normalidad social y educativa, el orientador debe apropiarse de la competencia tecnológica formándose en herramientas, recursos y contenidos de orientación en el escenario digital. Además, de ser fundamental contar con plataformas digitales de calidad para el acompañamiento del proceso orientador del estudiantado a lo largo de las diferentes etapas académicas. De allí que, como expresa la Fundación Bertelsmann (2020), “la digitalización de la orientación es uno de los desafíos más significativos para los centros de cara a posibles contextos de distanciamiento social”.

 

Dra. Carol Elizabeth Ianni-Gómez

ianni.carol9@gmail.com

Instituto de Investigación y Estudios Avanzados Koinonía, Santa Ana de Coro

Venezuela

https://orcid.org/0000-0001-7390-114X