http://dx.doi.org/10.35381/racji.v8i3.3122
La criminología como disciplina y su vinculación con las Ciencias penales
En el Ecuador democrático es cuando entiende el legislador y el gobernante que la delincuencia es consecuencia de "factores exógenos y endógenos del individuo", que la asistencia médica, psicológica, pedagógica, correccional juega un papel importante en las instituciones carcelarias; que las investigaciones acerca de la constitución, temperamento y carácter de los delincuentes para los efectos de la imposición a que deben ser sujetos, no puede hacerse sino con la intervención de médico psiquiatra y psicólogo clínico.
Por ello se siente la imperiosa necesidad de establecer un organismo que realice los estudios científicos de los penados, en orden a su clasificación y tratamiento con base en los siguientes estamentos:
1. El estudio de los sindicados, previamente a la sentencia;
2. El estudio de los reclusos, para los efectos de su clasificación y tratamiento;
3. La determinación de las normas generales que deben informar el régimen de los penados;
4. La presentación de informe para los casos de conmutación, rebaja o remisión de la pena y negativa de gracia, así como para la concesión de libertad condicional o de reconsideración de ésta;
5. El estudio del delito y de las causas determinantes en nuestro medio;
6. La evacuación de informes periciales en materia penal;
7. La organización de cursos especiales sobre criminología, psicología, psiquiatría, medicina legal, derecho penal;
8. La dirección de trabajos prácticos de los maestrantes de derecho penal y psiquiatría forense.
Se entiende la criminología en la actualidad, como la disciplina que se ocupa de la descripción, constantes, predicción de ocurrencia, respuesta social, pronóstico y consecuencias para el infractor y el conglomerado social de conductas predefinidas como susceptibles de sanción. Este concepto ampliado incluye la materia tradicional de la criminología, predominante hasta los años cincuenta del siglo pasado, esto es, la explicación de la conducta delictiva, o paradigma etiológico, así como los nuevos temas de la disciplina a partir de las reflexiones sobre el etiquetamiento, esto es, el paradigma del control social.
Ambos aspectos son importantes si bien alguno de ellos ha predominado según los contextos culturales y las épocas en los diversos países y regiones.
Dentro de esta visión amplia, la criminología se vincula con otras disciplinas, jurídicas y no jurídicas, que se ocupan de la conducta delictiva, su identificación, individualización, documentación, procesamiento, sanción y control, en particular los derechos penal y procesal penal, el derecho penitenciario y de ejecución penal, el derecho de familia y de niños y adolescentes, el derecho internacional humanitario, la psiquiatría forense, la psicología judicial, la criminalística, la medicina legal y la política criminal.
Si bien la política criminal podría considerarse, antes que como una disciplina científica autónoma, con objeto y método, más bien como una práctica social que debería orientar la coparticipación del Estado y los particulares para la reducción de la ocurrencia delictiva y el incremento de la seguridad y el respeto de los derechos humanos. Probablemente, a la idea del cómo se práctica, podría ser más útil que una preparación conceptual más rigurosa, y en algún sentido más abstracta, para facilitar a los futuros profesionales que se inician, la comprensión de contextos, propósitos y limitaciones del sistema punitivo. Sin embargo, la desvinculación de los marcos teóricos adecuados para la comprensión y tratamiento del fenómeno criminal, le restan peso formativo, aparte el hecho que los egresados universitarios no podrían ser planificadores y ejecutores de políticas de control delictivo.
La enseñanza de la criminología en la escuela de Derecho
Se resaltan los aspectos históricos y con un componente considerable de contenidos psiquiátricos, donde el énfasis se coloca en la anormalidad y patología del delincuente, contenidos éstos que abarcan la tercera parte del contenido programático. Se mantienen aspectos relativos a la organización social y la socialización, su diseño es fundamentalmente enciclopédico. Se intenta diferenciar la Política Criminal de la Criminalidad Económica, como asignaturas, y donde se indica como justificación de la Política Criminal, analizar y explicar la globalidad del fenómeno criminal y demostrar la necesidad de planificación a nivel estatal, en lo que se conoce como lucha contra la criminalidad, añadiéndose luego la necesidad de realizar estudios de la realidad social para la panificación de acciones de carácter tanto represivo como preventivo, ubicadas en el contexto de la sociedad ecuatoriana.
El programa de Política Criminal deriva de esta recomendación, aunque no se ha podido determinar una justificación de los contenidos y no contiene una sección dedicada propiamente a la explicación del fenómeno criminal, que fue enfatizada en la proposición inicial, sino un tema, el número 3, dedicado a concepciones criminológicas originales y actuales sobre el delincuente y la prevención. Debe destacarse que el programa actual de la materia cubre muchos temas, aunque no en forma sistemática, vinculados al paradigma del control social de la criminología y dedica otros, a veces en forma reiterada, a la prevención del delito y a las políticas estatales de control y seguridad ciudadana, si bien no aparece una secuencia progresiva y diferenciada de los contenidos. Lo que ahora se propone es un programa de Criminología, con una distribución equilibrada de contenidos en función del perfil actual de la disciplina, y con referencia a cuestiones de política social y política criminal en función del marco de referencia institucional nacional e internacional del país.
Dr. Luis Andrés Crespo-Berti. Ph. D
Universidad Autónoma Regional de los Andes, Ibarra, Imbabura
Ecuador
https://orcid.org/0000-0001-8609-4738